En esta novedosa sesión concentrada he tratado cuestiones como de dónde obtener nuevos usuarios de ortoqueratología, del proceso imprescindible de información a los posibles pacientes incidiendo en las ventajas pero también en los inconvenientes y posibles riesgos inherentes a la técnica, así como del protocolo de adaptación. Todo ello debe verse reflejado en un importante documento que es el consentimiento informado, el cual también hemos desgranado.
Antes de iniciar un tratamiento de Orto-k es fundamental valorar todos los datos de partida. Esa evaluación supone para mí un altísimo porcentaje del éxito del caso: la anamnesis, la refracción, el diámetro pupilar, el astigmatismo refractivo y corneal, la topografía pre-orto-k…. todos estos aspectos son claves, para finalizar en la adecuada elección de un diseño de lente de ortoqueratología.
Una vez metidos en la adaptación tiene especial importancia la valoración del patrón de fluoresceína y de los resultados topográficos, refractivos y visuales. A veces concluyentes,….otras veces no tanto…y es ahí donde la experiencia te ayuda a tomar decisiones.
Todo ello sin olvidar la relevancia de los diferentes productos usados en ortoqueratología, yendo desde las soluciones de mantenimiento que minimizan los riesgos de sufrir complicaciones no deseadas, hasta la elección de la lágrima artificial, imprescindible para que la lente de orto-k actúe debidamente sobre el epitelio corneal. Una buena adaptación no es suficiente si la limpieza, desinfección y mantenimiento de las lentes de ortoqueratología no son los adecuados.
En la práctica clínica real el éxito nunca se puede garantizar, pero lo que sí se puede afirmar, que de no considerar ciertos aspectos el fracaso está asegurado.
¡¡Gracias a AVIZOR por la organización de este curso!!
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